Thursday, January 26, 2023

Albert Einstein's Prediction








Español en inglés, inglés en español

Por CARLOS MARTÍN GAEBLER
Instituto de Idiomas, Universidad de Sevilla

He desarrollado mi carrera profesional enseñando inglés y español como segunda lengua. Mi experiencia me ha permitido identificar los vasos comunicantes (y muchas veces también contaminantes) entre ambas lenguas. Por ello, considero necesario divulgar estas interferencias, aunque no desde una posición purista, sino con el propósito de reivindicar un español bien usado y un inglés bien hablado. Esta reflexión filológica pretende ser un instrumento útil, entre otros, para educadores y enseñantes, periodistas de prensa, radio, televisión o internet, blogueros, redactores de libros de estilo, traductores simultáneos o de textos, publicistas, o emprendedores/as que se aprestan a nombrar su nueva empresa. En definitiva, va dirigida a quienes aspiran a hablar y escribir español con propiedad, y/o a aquellos hispanohablantes que aspiran a mejorar su dominio del latín de nuestro tiempo, sin interferencias.


Ejemplo de uso incorrecto de la ortografía inglesa

1. Español en inglés. Si bien los hablantes de español somos capaces de adoptar palabras del inglés españolizándolas (gol, pádel, cúter, selfi) y de producir híbridos imaginativos (puenting, balconing), por regla general, somos poco respetuosos con nuestro propio idioma. A menudo se anuncia o denomina un producto o servicio en inglés (pero pronunciado en español) con el propósito de abrillantarlo, porque así los consumidores lo percibirán como más moderno o innovador, y, de paso, se reduce el sistema de fonemas de los hablantes, pues se fosilizan pronunciaciones erróneas muy difíciles de erradicar después. Denominar un producto en inglés parece otorgarle un cierto valor añadido a los oídos de los consumidores. El complejo de inferioridad funciona así: al no percibir el hablante la lengua materna como algo propio, como parte de su patrimonio, ni sabe ni puede usarla con propiedad. Quienes abusan de anglicismos parecen querer disimular su rudimentario nivel de inglés. Alex Grijelmo confirma que muchos anglicismos superfluos se usan por este complejo de inferioridad, al creer que mencionar algo por su nombre en inglés es más prestigioso, lo que, en su opinión, supone una derrota intelectual de la lengua española.

Ejemplo de interferencia léxica
El léxico se anglicaniza (SE REPARAN TABLES [Se reparan tabletas], un talent [o concurso de talentos] en TVE, un torneo Pádel Promise [o de promesas del pádel], un kit de picoteo, la Málaga Education Week, o el Sevilla Bike Center). De repente, resulta pedante pedir que no te desentrañen una historia, y has de hacerte entender con un no me hagas espóiler, en un claro ejemplo de empobrecimiento idiomático. En español no se capturan imágenes sino que se captan, ni se implementan medidas, sino que se implantan, ni hablamos de  compilación de canciones sino de recopilación. Si el español ha sido capaz de generar el compuesto micromecenazgo para denominar el concepto de "crowdfunding", usémoslo pues. 


¿Por qué no denominarlo también Centro de Bicicletas de Sevilla?
Por otro lado, se adopta a veces la sintaxis inglesa (Mineralia’s, Leyendo Lorca, NO VIOLENCIA MACHISTA [Violencia machista NO], ¿Es usted un nomófobo? [¿Es usted nomófobo?]). A veces, llevada al extremo para conseguir nuevos usuarios de un servicio: “Genial. Pide tu taxi por la app. Mytaxi. La Taxi App,” con el posesivo inglés pronunciado en español /mitaksi/, y la sintaxis inglesa (taxi app) en lugar de “la aplicación del taxi”. Con todo, el español ha demostrado tener una cierta capacidad generativa de nuevo léxico: rapero, grafitero, bloguero, ochentero, armarizado, conspiranoico, guglear, y pronto diremos instagrameros y yutuberos, y se escribirán así, y sin cursiva.

Ejemplo de interferencia sintáctica
El grupo hotelero español Nuevos Hoteles o Grupo NH, como se denominaba en un principio, ha pasado a pronunciarse /ene ache ótels grup/, en el más puro espanglish, al transformarse en una empresa global. En sus mensajes grabados, la palabra hotels la pronuncian mal, sin h y la hacen llana, pronunciando con mayor intensidad la primera sílaba, cuando es aguda, tanto en inglés como en español, que la acentúan ambos prosódicamente en la última sílaba. Esta es una de las palabras que más les cuesta pronunciar a los estudiantes españoles de inglés, que cometen una y otra vez el mismo doble error. Seguro que a ninguna cadena francesa de hoteles se le ocurriría denominarse en inglés. Igualmente, la veterana empresa valenciana de muebles de diseño Andreu, ha pasado a llamarse Andreu World para competir en el mercado global. Todo por la pasta.

Ejemplo de interferencia léxica y fonética
2. Inglés en español. Si tenemos en cuenta que el inglés crece a un ritmo de diez nuevos vocablos diarios, esto nos puede dar una idea de cuánto debemos aplicarnos nosotros para hacer crecer también nuestra lengua y generar nuevos términos adecuados para denominar las nuevas realidades. Sostiene Javier Marías que Internet provoca pereza mental a la hora de usar la lengua con propiedad, y que tendemos a usar el primer término que se nos ocurre, sin mayor procesamiento ni discriminación léxica. Tal es el caso de bullying (cuya segunda sílaba algunos pronuncian como bullicio) o running (cuya primera sílaba otros pronuncian como rulo). Siempre se ha dicho matonismo, y siempre se ha salido a correr. Si ya nuestras abuelas decían ponible, nosotros no necesitamos decir wearable. Esta contaminación léxica se da, además, porque en la sociedad digital el número de lectores disminuye inexorablemente conforme aumenta el número de espectadores audiovisuales.
¿Por qué no mejor "Valencia, ciudad para correr"?
Por un lado, el calco literal de la sintaxis española provoca un uso incorrecto de la inglesa. Se trata de errores de ida y vuelta. Ejemplo de esta sintaxis españolizada es deducir que, porque se omita el artículo en español, debe omitirse también en inglés: al escribir “en USA” en lugar de “en EEUU”, algunos hablantes españoles de inglés acaban diciendo “in USA” en lugar de “in the USA”. Hay eslóganes erróneos por doquier que calcan literalmente la sintaxis española: Everybody Should Be Feminist (Everybody Should Be a Feminist), BECAUSE I AM DEMOCRAT (Because I Am a Democrat), BECAUSE IS MY RIGHT (Because It Is My Right).

Ejemplo de sintaxis espanglish
Un caso revelador de contaminación sintáctica espanglish es el siguiente: en inglés parking y camping son gerundios, pero no sustantivos. Sin embargo, ambos verbos se usan como sustantivos en español aunque no lo sean en inglés. El error de ida y vuelta se produce cuando el usuario español los usa como sustantivos en inglés, ignorando que esta lengua usa las expresiones car park/parking lot y campsite para referirse respectivamente a aparcamiento o cámping, provocando un error constante: finding a *parking/camping [finding a car park/ a campsite].

Por otro lado, la pronunciación españolizada de palabras inglesas hace que algunos hablantes utilicen fonemas ajenos al inglés al utilizar esta lengua, que, a la hora de aprender a hablarla, son muy difíciles de corregir (celebrity, city, walker). Se tiende a pronunciar el inglés en español debido al reducido abanico fonético del castellano, circunstancia agravada por no subtitular las ficciones fílmicas, ni las declaraciones orales en los noticieros, pues el locutor traduce simultáneamente impidiendo escuchar el audio original. Durante años los españoles se perdieron la oportunidad de disfrutar de la brillante oratoria de los Obama. Javier Marías tilda de pedantes a quienes “abrazan con papanatismo cualquier término inglés como si fuera una novedad absoluta, y como si antes de que ellos descubrieran el vocablo en esa lengua, lo denominado por él jamás hubiera existido en ningún sitio. La mitad de las veces estos inglesajos están mal utilizados (o pronunciados)”.

¿Por qué no mejor "Disfrute del Mercado de San Bernardo", o un rótulo bilingüe?
Los publicistas españoles, los periodistas deportivos, los traductores de manuales de instrucciones o los divulgadores de modas estéticas, estos últimos personas harto influyentes (ven cómo no hay por qué designarlas en inglés) prestan un flaco servicio al idioma y nos lo ponen difícil a los profesores de inglés, ya que en dichos ámbitos se abusa de términos prestados. Alex Grijelmo abunda en esta idea al señalar que “a los periodistas y a los empresarios [españoles] de hoy les gusta más el gregarismo de repetir una fórmula en inglés [el anglicismo] que el vanguardismo de inventar un término en español que se comprenda a la primera. Dejemos en manos de los psicólogos la tarea de estudiar si eso tendrá algo que ver con la falta de personalidad, con una actitud conformista a favor de la corriente o con el miedo a imaginar, a crear, a rebelarse”.
Lo correcto sería NO AL CONTRABANDO, o CONTRABANDO NO.
En resumen, leer poco equivale a desconocer la riqueza léxica del español, y a ser proclive a usar términos del inglés por la pereza para crear nuevos vocablos en español. Sin embargo, se hace más país usando la lengua como es debido que colgando banderas de los balcones. Por la misma razón, introducir españoladas cuando nos expresamos en inglés denota una pobreza idiomática que debemos evitar como hablantes en la sociedad global. cmg2018

PD: Anexo en construcción: Español en español

Benefits of Cycling

Norway, an Example of Coexistence


Dedicated to my friend Brit Harder, in memoriam

Palabras para un cambio educativo real


El profesor Nino Cervera Martín, desde una isla canaria para el mundo.

The Way We Are :)

La siguiente nota se distribuyó en las oficinas gubernamentales con idea es instar a los componentes hispanos de cada equipo a comportarse adecuadamente en un ambiente multicultural, sobre todo en lo que respecta al uso adecuado del lenguaje.

FROM: GROUP OFFICES BRUSSELS 
TO: ALL SPANISH STAFF 
SUBJECT: IMPROPER LANGUAGE USAGE 

It's been brought to our attention by several officials visiting our establishments that offensive language is commonly used by our Spanish staff. Such behaviour, in addition to violating our group's policy, is highly unprofessional, and offensive to both visitors and the proper staff. Therefore, it is requested to our Spanish staff to adhere immediately to the following rules: 

1. Foreign colleagues or visitors should not be referred to as "otro guiri de mierda" or "menudo gilipollas el noruego ese". 

2. Words like "coño", "hostia", and other such expressions will not be used for emphasis, no matter how heated the discussion. 

 3. You will not say "la ha cagao" when someone makes a mistake, or "la está cagando" if you see somebody being reprimanded, or "vaya cagada" when a major mistake has been made. All direct or derived forms of the verb "cagar" are inappropriate in our environment. 

4. No Project Manager, Section, Head or Administration Chief, will be referred to, under any circumstances, as "el hijo la gran puta" or "el muy cabrón", or even "el comemierda ese".

5. Lack of determination will not be referred as to "falta de huevos" or "mariconería", nor will persons with a lack of initiative be referred to as "capullo" or "acojonao".

6. Usual and/or creative ideas shall not be referred to as "pajas mentales", in particular when they stem from your manager.

7. You will not say "cómo me jode este tío" or "me está tocando los cojones" if a person is persistent, or "está bien jodido" or "se lo van a follar" if a colleague is going through a difficult situation. Furthermore, when matters become complicated the words "vaya jodienda" should not be used.

8. When asking someone to leave you alone, you must not say "vete a la mierda", nor should you ever substitute the most educated 'may I help you?' with "y ahora ¿qué coño quieres?"

9. If things get tough, an acceptable expression such as 'we are going through a difficult time' should be used, rather than "esto está jodido" or "nos van a follar a todos". Additionally if you make a mistake, just say so and do not say "¡qué putada!" or any expression composed with the root "puta".

10. No salary increase shall never be referred as "subida de mierda".

11. Last but not least, after reading this note please do not say "me voy a limpiar el culo con ella" or "me la paso por el forro de los cojones". Just keep it clean and odourless and dispose of it properly. 

PS: IF THIS NOTE DOES NOT ACHIEVE ITS GOAL TO IMPROVE THE SPANISH STAFF'S LANGUAGE, IT CAN BE USED AS A SPANISH LANGUAGE COURSE FOR FOREIGNERS. 

+ "Cracking up" is "partirse o descojonarse de risa" in English! There's a new phrasal verb for you :)

The 50 most beautiful cinemas in the world

Planet Earth's most heavenly picture houses and movie houses

By TIME OUT Editors, 16th February, 2021

From shiny multiplexes to opulent indies to that one around the corner with the sticky carpets and the slightly stale pick ‘n’ mix, the spectrum of cinemas is a mile wide – and we miss them all. All of them are sanctuaries for movie lovers; places to go dream and be transported.

With so many still shuttered, it’s time to celebrate them in all their infinite variety. So join us for a globe-trotting tour to the most glamorous, architecturally eye-popping, Insta-friendly and just plain drop-dead-gorgeous cinemas on the planet – the ones you’d go out of your way to visit. Pull up a red velvet armchair, foot stool and fancy cup holder and take a trip to the world’s most beautiful cinemas. 

To read on, click on The world's most beautiful movie theatres.

V.O.: La voz humana

Por CARLOS MARTÍN GAEBLER

Una de las prácticas más nefastas de la dictadura franquista era el doblaje de películas extranjeras, lo que ayudaba a censurar convenientemente cualquier diálogo considerado incorrecto por el régimen nacionalcatólico. El pensamiento único que, cual martillo pilón, propició el fascismo español también exigía un idioma único, que suprimió las otras lenguas españolas y, por supuesto, evitó cualquier lengua extranjera en las películas que se proyectaban en cines o, a partir de los años sesenta, en televisión. La consecuencia de este hábito inculto produjo un empobrecimiento idiomático progresivo en los españoles, circunstancia que tristemente hemos arrastrado hasta la actualidad. Y así, mientras nuestros vecinos portugueses se manejan con soltura en inglés o en francés, los españoles que pretenden hablar un idioma distinto al suyo materno se han de enfrentar a una desventaja de partida: no tienen hecho el oído a escuchar lenguas extranjeras porque ni las televisiones ni la mayoría de los cines respetan la versión original de las películas de ficción. Sólo en los últimos años se ha extendido la buena costumbre de ver y escuchar películas en VO (subtituladas en español) en diversas ciudades españolas, privilegio hasta hace poco únicamente de Madrid y Barcelona. Una generación de españoles cinéfilos y cosmopolitas reclama su derecho a disfrutar del cine en todo su esplendor. 

Pero hay más consideraciones que hacer. Escuchar una película doblada es equiparable a escuchar una sinfonía de Beethoven interpretada por una orquesta de música ligera, o a leer un poema de Federico García Lorca traducido a otro idioma. La voz humana es una riqueza en sí misma; suplantarla es como dejar que el espectador simplemente vea el filme amputado pero no lo oiga como fue originalmente creado. Este flagrante atentado contra la obra artística priva al espectador del placer de la palabra dicha, de la interpretación completa (acto + texto) de los actores y actrices del celuloide y ahora del soporte digital. Gozar con las voces de otros nos enriquece como personas. Si bello es escuchar recitar un poema con duende, igualmente gozoso es oír la cadencia de una escena cinematográfica emotiva. A mi memoria vienen las voces llenas de matices y de empaque de Paul Newman, Joan Crawford, Marlon Brando, Gerard Depardieu, Marcello Mastroianni, Emma Thompson, Juliette Binoche, Meryl Streep, Clint Eastwood, o Hugh Grant, por citar sólo a algunos.
  
Hoy en día, la técnica del subtitulado simultáneo permite seguir los diálogos de cualquier película o serie sin demasiado menoscabo de la experiencia audiovisual. El espectador poco habituado a leer mientras ve tardará poco en poder simultanear ambos actos; y, casi sin darse cuenta, empezará a disfrutar de la autenticidad de las voces originales, que, no olvidemos, representan el 50% de toda película hablada. Una vez despertado el gusanillo, se preguntará cómo pudo alguna vez escuchar películas o series dobladas. Compartir y comentar el visionado de una película en la pantalla gigante de una sala de cine con otros ciudadanos (sin interrupciones comerciales ni telefónicas) es en sí mismo un hermoso acto social. ¡Pasen y oigan la voz humana original!

Postdata para nacionalistas: Escuchar películas españolas que han sido rodadas en catalán, vasco o gallego dobladas al castellano denota incultura, genera desafección y alimenta, lógicamente, el sentimiento secesionista. Es un hábito torpe que no respeta la riqueza idiomática de un país con cuatro lenguas vivas que son patrimonio de todos. Negarse a oír estas películas españolas en su lengua vernácula, con subtítulos en castellano, revela pobreza cultural y estrechez mental. 
Es como pegarse un tiro en el pie. • cmg2012

It's A Sin: A series that will tug on your heartstrings

By KARINA SHAH

An unknown virus, misinformation and uncertainty about the future. No, we’re not talking about coronavirus for once. It’s A Sina new five-part miniseries from Channel 4, delicately tackles the HIV and AIDS epidemic of the 1980s, with the backdrop of queer London.

Created by Russell T Davies, who was also behind the series Queer as Folk and Years and Years, the show chronicles the lives of three gay men who set off from their hometowns to begin new lives at university. A seemingly light set-up, the story takes a turn for the worse as a deadly new virus is on the rise.

It’s A Sin opens in September 1981, with an outwardly perfect nuclear family sat around their dimly lit dining table, surrounded by retro lampshades and boldly printed curtains. We are introduced to 18-year-old Ritchie (Olly Alexander), the show’s protagonist, who is about to move to the big city: London.

His story really begins when he meets Roscoe (Omari Douglas) and Colin (Callum Scott Howells). As the three young men navigate the capital’s gay scene and university life in general, as members of a new family of their own choice,  they are introduced to a mysterious disease that seems to disproportionately affect gay men.

In the early 1980s, reports of severe immune deficiency began to rise around the world. Scientists were dumbfounded by this new disease, which worked by attacking the body’s immune system, weakening its ability to fight infections.

Navigating an increasingly homophobic society, Ritchie initially responds to this disease with denial. “I don’t believe it, I don’t believe a word of it,” he says in a monologue of denial, while the camera pans to him on the dance floor of Heaven, the iconic gay club in London. As the shadow of AIDS closes in, Ritchie and his friends tackle misinformation and stigma.

The miniseries scarily mirrors our current reality. Much like today’s coronavirus, there were many rumours circulating about HIV and AIDS, due to fear of the unknown. One of the most common misconceptions was that only gay people could contract the virus – it was even labelled the “gay plague”. This stigma cast a large shadow on the gay community, meaning that many people suffered in silence until their last days of life, as shown in It’s A Sin.

It’s A Sin presents a candid authenticity that could only be achieved by someone who has lived through and experienced the events themselves, which Russell T Davies did. The soundtrack especially gets an honourable mention – it features some of the biggest smash hits of the decade, including BlondieWham! Pet Shop Boys and Queen. Paired with the impeccable acting of the young and upcoming actors, many of whom weren’t even alive in the 1980s, we are transported back in time.

Davies preserves the joyous scenes of 1980s London, all while sensitively portraying the realities of the disease’s devastating progression. We see how HIV and AIDS affected the individuals themselves, their social circle and even families who discover their son’s sexuality through the most haunting circumstances. No spoilers, but keep your box of tissues close to hand. HIV and AIDS have claimed the lives of millions of people across the world – and this fictional telling is no exception.

It’s A Sin serves as a perfect reminder of the not-so-distant-past that burdened thousands of gay men. It is a poignant love letter to all those lost during the AIDS epidemic, and to those allies who unconditionally supported them.

Available worldwide on HBO.

Saturday, January 07, 2023

The Carbon Footprint Explained

Frank Sinatra's songs + lyrics

OM SINATRA is a very enjoyable section of an Argentinian website for learners of English. Frank Sinatra's voice and his clear diction are perfect ingredients for practising English, so this section provides wide possibilities for ESL students and teachers. Here you will find 50 best lyrics, together with audios, some videos, glossaries and explanations. Choose your favourite song with on-screen original lyrics. Enjoy timeless classics such as My Way, New York, New Yorkor Strangers in the Night!

Amazon is a disaster for workers

Amazon is a disaster for workers. Film Nomadland glosses over that.

By , The Guardian, 23 March 2021
This article is more than 2 months ol
‘Amazon is putting cameras in the trucks of its delivery drivers, monitors on the bodies of its warehouse workers, and security cameras both inside and outside its facilities.’
‘Amazon is putting cameras in the trucks of its delivery drivers, monitors on the bodies of its warehouse workers, and security cameras both inside and outside its facilities.’ Photograph: Bloomberg/Getty Images

The new movie Nomadland may have received six nominations for the Academy Awards this year, but it’s also been met with its fair share of controversy. Telling the story of Fern (played by Frances McDormand), a woman who lives an itinerant life, moving from state to state to follow work, sleeping in her van modified into cramped living quarters, the depiction is, some critics say, too cheery. She lives this life because she chooses to, hitting the road after a tragedy, not because she has to. And the work she does supports her lifestyle and she wants for nothing more.

Nomadland shows Fern working in an Amazon warehouse; the makers of the film received permission from Amazon to film on location. The work that Fern does looks tedious and difficult, but let’s just say there are no labor violations shown on screen. Fern does this menial labor to remain true to herself and the life she wants to lead, and Amazon essentially funds her authenticity.

Meanwhile, in the real world, Amazon is putting cameras in the trucks of its delivery drivers, monitors on the bodies of its warehouse workers, and security cameras inside and outside its facilities. It creates heat maps to detect if too many employees are gathering in the same place at the same time to discourage both fraternization and discussions of forming a union. And the company touts all of this, as effective methods for boosting productivity and profit margins.

The horrors of working at Amazon warehouse facilities have been circulating for some time. Employees, not granted long enough bathroom breaks that allow them to travel all the way from their position to the facilities and back, have reported peeing in bottles. They have said they are sometimes forced to stand in line after work for security screenings to make sure no one is smuggling out product, time they are not compensated for. Warehouses are often not temperature controlled, meaning employees have to work in sweltering conditions in the summer and in cold temperatures in the winter.

But the increased surveillance is a new level of indignity. The pandemic has increased the volume of packages being handled by Amazon delivery drivers, in some regions doubling their workload. Workers have complained about having to work at backbreaking speeds to meet their quotas, about injuries and exhaustion. These workers are often contractors, meaning they are working without the protections or benefits that come with full-time employment.

Instead of giving their overloaded workers a pay raise to match the increased labor, or hiring them full-time so they can receive health insurance to cover their repetitive strain injuries, Amazon has responded by putting cameras in the delivery vans to carefully monitor performance. The cameras attach to the ceiling of the van, with one lens pointed directly at the driver’s face. Now if a driver cuts corners in order to meet their impossible quotas for the day – running a stop sign here, peeing in a bottle to avoid having to stop to find a public restroom there – it will be reported immediately to Amazon headquarters. Even things like U-turns, braking too quickly, and other minor traffic issues are automatically reported without notifying the driver. Human beings are being expected to reach the performance levels of machines, and to go without basic human needs like food, bathroom breaks, sleep and leisure time.

Amazon trots out the usual answers when questioned about the increased monitoring: they are concerned with safety and fulfillment. They have delivery promises to keep, as their Prime customers expect their orders to magically appear on their doorsteps the day after, or even hours later, their orders are made. It’s about customer satisfaction and keeping the streets safe. (It’s not clear how Amazon’s failed plan to spy on its employees’ social media presence, including communications and posts made off hours, was about customer satisfaction, but I’m sure they will figure out a way to explain it eventually.)

We can debate whether Nomadland deserves the criticism it is receiving – it is, after all, a fictional film and not a documentary about the labor conditions of the working class. But it’s undeniably useful to Amazon right now to have a prestigious film providing cover for its abuses. Then again, the working conditions of its employees and contract workers have been well-known and reported for years, but the company keeps increasing its market share. Amazon doubled its profit during the pandemic, and the gap in pay between its executives and its warehouse workers continues to grow. Also the company doesn’t pay taxes. Amazon’s founder and chief executive, Jeff Bezos, saw his personal net worth grow a staggering $75bn in 2020.

Amazon can get away with it because there is an underclass of insecure workers who rely on even this underpaid, dangerous work to make ends meet. It’s not the narrative failures of one film, or even the moral failings of one CEO, that got us here; it’s the inevitable result of a society which wants to squeeze every dollar and every hour of productivity out of human beings to benefit the few. Each worker who gets fired because they ran one too many stop signs can easily be replaced by another desperate soul.

New English Words


Language is alive and forever changing. English is, by far, the fastest-growing language in the world. Reports say that ten new words, expressions or acronyms are coined every day in English. Here are some I have compiled recently. If you know of a new term and want to contribute to this list, post a comment below.

shit storm =perverse consequence of cyber bullying.

staycation =a holiday spent in one's home country rather than abroad, or one spent at home and involving day trips to local attractions.

nomophobia =panic of not having your mobile phone near you.

mumager =when a young artist's mother acts as his/her manager.

FOMO =Fear Of Missing Out any information or development when part of a social network.

infomania =the compulsive desire to check or accumulate news and information, typically via mobile phone or computer.

infoxication =information overdose as a result of infomania.

unfriend =remove someone from a list of friends or contacts on a social networking site.

oversharing =disclosing too much personal information or too many details about oneself online.

e-quaintance =a person who you only "know" through online networking.

cyberchondriac =one who imagines he/she is ill, having just read about the symptoms on the Internet.

flash mob =a large public gathering at which people perform an unusual or seemingly random act and then disperse, typically organized by means of the internet or social media.

crowdsourcing =letting the public make decisions when organizing events.

photobomb =to intrude into the background of a photograph without the subject's knowledge.